martes, 1 de julio de 2014

Amigos, conocidos y saludados

Josep Pla, decía que hay tres clases de personas con las que tratamos en la vida cotidiana: amigos, conocidos y saludados. Me tomado la licencia de titular este post con este trío de relaciones sociales citadas por el genial escritor catalán.

Josep Pla (1917). Wikipedia

¿Pero que son las relaciones sociales? Para entenderlas de forma práctica, os recomiendo que forméis parte de un gran colectivo, con muchas personas: hombres y mujeres de diferentes edades, religiones, cultura y situación económica... Un colectivo con metas constructivas... un colectivo con fines no competitivos y, ni mucho menos, lucrativos.

Aquí en Catalunya, tenemos les colles castelleres que aglutinan todos estos valores. Con la participación de todos los miembros del grupo, se construye una torre humana: alta, estable y segura. En una colla castellera nadie es imprescindible pero todos somos necesarios.

4 de 7 de la Colla Castellera Jove de Barcelona (Badalona, 2014). Foto de Claudi Dómper

Llegar a entender (sólo un poco) el valor de las relaciones sociales me ha llevado muchos años y, cada día sigo aprendiendo cosas nuevas... y es que siempre me ha interesado este tema.

Ya en el año 1995, estando con algunos compañeros de clase, en el bar de la facultad de ciencias de la Universitat Autònoma de Barcelona, jugando a la “Butifarra” y filosofando sobre la vida. Entre baza y baza, salió el tema de la amistad y del mal uso que se le suele dar a esta palabra... Recuerdo que fue Lluís quien me pidió mi opinión, le dije que era un tema complejo y prefería ordenar mis ideas frente a un folio. Escribí unas líneas, a modo de ensayo, que titulé “Las Relaciones Humanas” y, al día siguiente, le entregué una copia manuscrita.

Bar de la Facultat de Ciències de la U.A.B.

Hoy, casi 20 años después, me ha hecho gracia volver a leer ese texto y ver la forma jerárquica como lo redacté… se nota la influencia de mis estudios y mi pasión por la sistemática… se nota que me dejé llevar por mi faceta más racional y científica. Escribiendo una verdadera clasificación para este tipo de relaciones entre personas…

Os dejo con la transcripción original del escrito:

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Las Relaciones Humanas

Las personas somos, generalmente, animales sociales que nos gusta relacionarnos entre nosotros. Es importante plantearnos alguna vez cuál es nuestro papel hacia los demás. Con este escrito intentaré dar mi particular opinión sobre como es mi relación hacia el resto de personas del mundo.

Nuestra relación hacia el resto de humanos la podemos separar en dos grandes grupos: los NO CONOCIDOS y los CONOCIDOS:

1.- Los NO CONOCIDOS los podemos subdividir en: desconocidos y no reconocidos:

  • Los desconocidos son la gran masa de personas de la Tierra que desconocemos su existencia, ya que nunca hemos visto u oído hablar de ellos.
  • Los no reconocidos son personas que desconocemos su existencia pero, sin embargo, a pesar de haberlo olvidado, en un pasado tuvimos un contacto poco o algo importante. Por ejemplo aquella monitora que tuvimos en aquellas convivencias, 30 años atrás…

2.- Los CONOCIDOS, es el grupo de humanos que, como mínimo, conocemos de vista u oída. En este caso, podemos subdividirlos en 5 tipos: simples conocidoscompañerospseudoamigosamigos y amados:

  • Los simples conocidos son personas que conocemos su existencia. Este conocimiento podrá ser más o menos importante. Distinguimos 2 subtipos: en primer lugar tenemos los idolatrados, estos son personas que podemos conocer muy bien su vida (por ejemplo la de un famoso) pero él a nosotros desconocernos completamente. Por otro lado tenemos los saludados, en este caso son esas personas las cuales el reconocimiento puede ser mutuo, pudiendo incluso coincidir en determinados lugares de forma más o menos habitual (por ejemplo, cada mañana, en la parada del autobús), pero no existir entre ambas ningún otro tipo de relación.
  • Los compañeros son el grupo de personas con las que ya mantenemos algún tipo de relación conjunta, por ejemplo: de trabajo, de estudio, deportiva, política, etc.
  • Los pseudoamigos (colegas, amiguetes, etc.) pueden ser también compañeros pero, con ellos ya compartimos los momentos de ocio y recreo (como ir al teatro, de bares, a un concierto, a bailar...).
  • El amigo es la persona con quien mantenemos una relación de amistad… la amistad es un sentimiento difícil de explicar y fácilmente confundible por otros más banales... La amistad pienso que se aproximaría a: compartirlo todo sin esperar nada a cambio, prever lo que necesita tu amigo (y avanzarse para solucionarlo) y, sobretodo, a quedarse a su lado en sus peores momentos.
  • Por último tenemos al amado. Este es el amigo que hemos aprendido a amar... Es la persona que sentimos el súmmum de todos los sentimientos humanos: ¡el amor! Si ya era difícil explicar lo que era la amistad, más difícil es definir el amor. Con la persona que nos hemos enamorado, deberíamos tener la misma relación que con un amigo: pero más estrecha, más intensa, más íntima…

Las relaciones humanas son complejas: el amado, como se ha dicho, primero que nada debería ser nuestro amigo. Un  amigo, a su vez, puede ser pseudoamigo o compañero. Obviamente mucha gente le dice amigo a personas que no pasarían de pseudoamigos, compañeros o, incluso, simples conocidos... como siempre, se puede hacer una mala interpretación de los sentimientos. Me hace mucha gracia aquellas personas que proclaman y presumen que tienen “muchos amigos”... ¿seguro que lo son?

Tener simples conocidos es normal si vivimos en sociedad; tener compañeros o pseudoamigos también es una cuestión relativamente fácil si nos relacionamos… pero tener un verdadero amigo es ya más difícil (los podemos contar con los dedos de la mano). Evidentemente, conocer realmente a la persona amada, es tarea muy difícil…

Las relaciones familiares se pueden englobar en cualquiera de los tipos de esta clasificación: los parientes pueden ser amigos, simples conocidos... o, incluso, desconocidos si son lejanos.

Esta reflexión quiere poner sobre la mesa todas las relaciones que tenemos hacia el prójimo. Si conocemos que tipo de relación podemos tener con el resto de personas, sabremos valorar, como se merecen, las verdaderas y sinceras amistades.

Humbert Sanz i Vaqué, marzo de 1995



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Pues bien, a día de hoy, a pesar que las definiciones que utilicé en el texto podrían ser (más o menos) correctas, la lectura general del escrito me ha parecido demasiado encorsetada y simplista… Tampoco me acaba de convencer el término “relaciones humanas”... como podéis haber visto al principio del post, actualmente, las defino (creo que de forma más acertada) como: “relaciones sociales”.
  
Torre de manos... queriendo simbolizar las relaciones sociales

Pero, ¿cómo son estas relaciones sociales? Cada persona es un mundo y, cada cual, siente sus relaciones hacia los demás como le han enseñado o como buenamente puede. Sería como intentar explicar como experimentamos cada uno de nosotros la alegría o la tristeza… Lo importante de verdad, es poder llegar a entender y respetar como las sienten los demás.

Otro error es querer etiquetar a las personas que nos rodean: “¡Esta persona es amigo, esta no!”. En la vida, quien menos te lo esperas, aparece entre la multitud (como el Cirineo) para ayudar a cargar con nuestra pesada cruz…  en cambio, personas con quien realmente confiabas, van a desaparecer cuando estés al suelo derrotado… 

Jesús y el Cirineo, de Tiziano Vecelio. Museo del Prado (Madrid)

Un ejemplo práctico que sintetiza todo esto que estoy contando, fue lo que ocurrió con la restauración de un carrito para bicicletas que hice hace 2 años. Ese inviable sueño de mi niñez lo acabé realizando con la ayuda de muchas de mis "relaciones sociales" que se volcaron de forma desinteresada para que yo tuviera el anhelado remolque:


Por eso, a pesar de lo complejo que pueden parecen las relaciones sociales, todo es mucho más sencillo: Hemos de vivir el día a día de forma positiva, disfrutando de todos los que nos rodean, intentar hacer siempre el bien al prójimo (sin ninguna distinción) y ser agradecidos hasta con el más mínimo detalle que nos hagan. De esta forma, entenderemos el gozo de eso que llamamos convivir.

¡Gracias!, ya seáis amigos, conocidos o saludados... Gracias a todos los que os habéis quedado a mi lado en estos momentos. Gracias por vuestra... ¡nuestra!, amistad.