George Orwell, en 1945, publicó Animal
Farm (traducida al español como “Rebelión en la Granja”). Se trata de una
fábula mordaz que satiriza con la situación político-social de la URSS de
aquella época… Pero, Rebelión en la Granja, también es una crítica al trato (a
veces brutal) que tenemos los humanos con los animales. En honor a
esa novela, me he permitido la licencia de titular este post como: Rebelión
en el Huerto… ¡porqué los vegetales también claman respeto!
Fue hace unos años, debía ser el
mes de abril o mayo, viajando entre Segovia y Ávila “naufragué” en medio de un
inmenso mar de campos de trigo… detuve el coche en aquella carretera rural y me
adentré unos metros en el verde trigal.
Allí me quedé silencioso y quieto como un espantapájaros, mi vista no abarcaba los
límites de tan fantástico verdegal, me senté con cuidado en el suelo arenoso. Recuerdo
que el viento soplaba suave, balanceando el trigo creando olas, como ocurre
sobre las aguas de un estanque en calma… recuerdo que el trigo se balanceaba, siseando a mi
alrededor, como susurrando lo feliz que era viviendo en aquellos lares.
Acariciando dulcemente una de las
infinitas espigas, recordé mis clases de ciencias naturales en el colegio…
recordé que estaba sosteniendo entre mis manos un ser vivo del reino plantae,
un vegetal enraizado en un suelo granítico; una gramínea de largo tallo y poco
ramificada, con hojas linear-lanceoladas y una característica inflorescencia
donde se disponen sus granos.
Finalmente me levanté y, feliz, proseguí
mi camino.
Regresé en agosto, deseando volver
a sentir la vida y la alegría que recordaba de ese campo de trigo. Al llegar, con gran pena y estupor, me encontré tan sólo con los rastrojos de lo que antes fue ese verde trigal… Allí,
donde unos meses antes hubo un verde mar de paz, ahora había un terreno baldío
surcado por las roderas de las cosechadoras. Inspiré: todavía se olía a trigo cercenado... miré: y como si de trofeos se tratase, estaban los tallos de esas plantas asfixiados en pacas de paja... esos tallos que, unos meses antes, sujeté dulcemente entre mis manos.
Rastrojos de trigo y roderas de cosechadora (imagen de fotomilk.com) |
Llegó la noche y nos hospedamos en
una venta de aquellas tierras castellanas… sentados en una vieja mesa de roble,
la posadera nos trajo una redonda hogaza que había amasado ese mismo día. La
rebanó en generosas porciones y se fue a preparar la cena… tomé un pedazo de
ese dorado pan y recordé ese campo de trigo verde, recordé a esas plantas (llenas
de vida) enraizadas sobre un suelo granítico… mientras saboreaba ese tierno
chusco, se me dibujo una dulce sonrisa en mi cara… Sonreí porqué, ese trigo,
fue mimado por el campesino y cosechado cuando alcanzó el momento óptimo de
madurez. Sonreí porqué, gracias a esa gramínea de largo tallo, pueden vivir
muchas familias y se alimentarán personas y animales.
Un tiempo después, en Barcelona,
quedé con un buen amigo vegetariano. Fuimos a comer a un restaurante naturista
del centro de la ciudad. Mientras comíamos una hamburguesa de tofu con
champiñones; debatimos sobre las razones para hacerse (o no) vegetariano o vegano…
entre ellas aparecieron motivos como: la salud, religiosos o éticos. La verdad
es que fue una charla muy interesante y constructiva, ya que el es un
vegetariano convencido y yo, un “carnívoro” que disfruta hincando el diente a
un filete de ternera poco hecho… Pues bien, después de ese amigable debate,
cada uno continuó con su forma de pensar (y de comer), pero el me reconoció que
veía las cosas de otra forma… os cuento:
En primer lugar quiero puntualizar que esta reflexión es para el vegetarianismo más radical o veganismo, es decir: personas que libremente deciden no comer nunca más ningún tipo de animal (ya sea carne, pescado, moluscos...), pero tampoco ningún producto indirecto del reino animalia: lácteos, huevos, miel...
Analicemos los motivos que nos pueden inducir a no querer comer ningún producto animal:
Si queremos ser veganos tan sólo
por motivos de salud, creo que nos equivocamos. Estaremos todos de
acuerdo que la dieta más saludable y equilibrada que existe, es la Dieta Mediterránea.
Si miramos el anterior diagrama, vemos que, a pesar de que los vegetales deben
ser la base fundamental de nuestra dieta, necesitamos las proteínas animales
para una correcta y equilibrada alimentación.
Si somos veganos porqué nuestra cultura o religión así nos los dicta, en este caso: ¡poco puedo decir!, ¡cada uno es
libre de creer y comer lo que quiera! Pero, que yo sepa, no hay ninguna religión mayoritaria en la Tierra que nos prohíba este comportamiento de forma tan estricta...
Otros motivos para hacerse vegano (quizás los más habituales y con los que más de acuerdo pudiera estar) son los éticos. Estos son debidos, en gran parte, a una gran conciencia y respeto hacia el reino animal; luchando, de esta manera, contra el trato inapropiado que (muchas veces) sufren de los humanos... malos tratos como son: la sobreexplotación, el abandono e, incluso, la tortura.
Así pues, ¿deberíamos dejar de comer animales para solucionar estos lamentables hechos? Voy a intentar dar mi opinión, a esta controvertida pregunta, como gran defensor de los derechos animales que me considero y... como "carnívoro" reconocido que soy:
Así pues, ¿deberíamos dejar de comer animales para solucionar estos lamentables hechos? Voy a intentar dar mi opinión, a esta controvertida pregunta, como gran defensor de los derechos animales que me considero y... como "carnívoro" reconocido que soy:
En primer lugar, quisiera recordar
que los humanos somos también seres del reino animal… de hecho, somos
unos animales que habitamos en la Tierra desde hace unos 2 millones de años. Una
de las razones de nuestro éxito evolutivo es nuestra gran adaptabilidad a los
cambios, esta adaptabilidad se traduce también con nuestra alimentación… ya
que, dependiendo de las circunstancias ambientales, podemos variar radicalmente
nuestra dieta, pudiendo comer de todo: carne, pescado, verduras, huevos, frutas,
semillas, raíces, insectos, etc.
Recreación de un grupo de australopitecos recopilando alimento (imagen de web.educastur.princast.com) |
Así pues: somos
animales omnívoros… nuestro sistema digestivo se ha acostumbrado y necesita comer diferentes
tipos de alimentos para nutrirse de forma idónea y equilibrada. Como me dijo un
día mi buen amigo Robert Guinovart: "no sólo podemos comer plantas, ya que, por algo, no
tenemos un estomago dividido en 4 partes como una vaca".
Ironías a parte, todos los seres
vivos del reino animal (sean carnívoros, sean herbívoros...) tenemos, entre otras
características comunes: una nutrición heterótrofa por ingestión, es
decir, tenemos que comernos a otro ser
vivo (o parte de él) para subsistir y, generalmente, comérnoslo representará su
muerte. Parece duro, pero es ley de vida… Pero de la misma forma que muere un animal al
ser cazado, se muere una planta o un hongo cuando nos lo comemos: también a ellos les hemos privado de su legítima vida.
Leonas cazando a un agonizante hipopótamo (imagen de naturalezaviva.org) |
Podemos pensar: hombre... ¡no es lo mismo!, un animal sufre al morir...
¿Cómo que no es lo mismo?, ¿es qué los
humanos disponemos de un poder "divino" para decidir que ser vivo debe vivir y
cual debe morir?, ¿es que sabemos realmente si no sufre una planta al ser arrancada
del suelo para dejarla morir lentamente en la nevera?
Hace diez mil años, en el Neolítico: los
humanos inventamos la agricultura y la ganadería para no tener que depender
de la caza y la recolección, sujeta a los cambios climáticos. Esto supuso un gran avance para la humanidad. De hecho, en el Paleolítico, se estima que habían entre 6 y 10 millones de individuos, hoy en día en
la Tierra, somos 7000 millones de personas (¡1000 veces más!) y, alimentar 7000 millones de personas, no es tarea fácil.
Lo que está claro es que la agricultura y la ganadería de subsistencia que se inventó durante la revolución neolítica ha quedado pequeña y tenemos que generar mucho más alimento para todos… Esto, desgraciadamente, nos ha llevado a tener que crear grandes granjas industriales, pero también crear grandes extensiones de cultivo, arrancando la flora autóctona... Esta masificación ha supuesto una sobreexplotación animal (pero también vegetal) y, muy habitualmente, un abuso de sus condiciones de vida. Pero, ¿qué tenemos que hacer?, ¿dejar de comer animales y que los vegetales sufran todos los daños colaterales? o quizás... ¿debemos diezmar la población mundial?
Lo que está claro es que la agricultura y la ganadería de subsistencia que se inventó durante la revolución neolítica ha quedado pequeña y tenemos que generar mucho más alimento para todos… Esto, desgraciadamente, nos ha llevado a tener que crear grandes granjas industriales, pero también crear grandes extensiones de cultivo, arrancando la flora autóctona... Esta masificación ha supuesto una sobreexplotación animal (pero también vegetal) y, muy habitualmente, un abuso de sus condiciones de vida. Pero, ¿qué tenemos que hacer?, ¿dejar de comer animales y que los vegetales sufran todos los daños colaterales? o quizás... ¿debemos diezmar la población mundial?
En conclusión, creo que ha
quedado clara mi postura que deberíamos comer de todo y de forma
equilibrada, ya que pienso que es lo necesario y natural para nuestro organismo. Por otra parte, tenemos que velar que todos los animales tengan unos cuidados correctos durante
su vida y que su sacrificio sea con todas las garantías. También hemos de luchar para que la caza y la pesca se haga dentro de la legalidad, para poder preservar el equilibrio medioambiental del planeta.
Pero de la misma manera, hemos de esperar el mismo respeto para todos los vegetales (y hongos)... el mismo que tuvo aquel agricultor castellano que cuidó con esmero ese mar de trigo verde... ese trigo que creció feliz en aquel campo avilés, viendo salir el sol cada mañana… ese trigo que, una mañana de verano, se le "segó la vida" para podernos dar, a todos, "ese pan de cada día".
Pero de la misma manera, hemos de esperar el mismo respeto para todos los vegetales (y hongos)... el mismo que tuvo aquel agricultor castellano que cuidó con esmero ese mar de trigo verde... ese trigo que creció feliz en aquel campo avilés, viendo salir el sol cada mañana… ese trigo que, una mañana de verano, se le "segó la vida" para podernos dar, a todos, "ese pan de cada día".
Con este escrito he querido
expresar mi cariño y respeto a todos los animales de la Tierra: ya
sean salvajes o domésticos, ya sean de compañía o ganado... Quien me conoce sabe
que cuido y protejo desde la más pequeña hormiga, a la arisca salamanquesa, al cariñoso
perro abandonado, al asustadizo cordero…
Pero también, con este escrito,
he querido expresar mi cariño y respeto hacia los representantes de los reinos plantae y
fungi…Que no tengan ojos para pedirte clemencia, que no tengan patas para escapar de ti, no significa que no sufran y mueran cuando los arrancas de ese suelo que escogieron para vivir.
Espero que os haya parecido
interesante mi punto de vista. ¡Espero vuestras opiniones!
Humbert, molt bona reflexió!
ResponderEliminarSempre hem deixes sorpresa amb la teva manera de pensar!
Estic totalment d'acord en que hem de menjar molt variat i equilibrat. I potser, que amb aquest escrit, aclaris molts de dubtes a gent que s'havia plantejat ser vegetariana...
Jo tinc molt clar que m'agrada menjar de tot ;-)
Moltes felicitats per aquest nou article!!!
Marga,
EliminarGracies pel teu matiner comentari, m'ha fet molta il·lusió!
Sí!, hem de menjar de tot i de forma equilibrada i racional, tant per nosaltres mateixos, com vetllant la salut i benestar de animals i plantes que ens mengem...
Tot i això, que difícil es seguir la dieta Mediterrània perfectament, eh?
Petons!
Humbert, m'has fet agafar gana...de menjar de tot, i si és de qualitat, millor.
ResponderEliminarLes nostres neurones agraeixen la variació i ens enriquim, no nomès de les sustàncies dels aliments, sinó tambè intelectualment.
Com aquest escrit, analític, respectuós, viu i profund.
Ja estic esperant el proper capítol, "La rebelión en la montaña", ai! si les pedres parlessin!...però ja ho faràs tu per elles.
Una abraçada
Jordi
Jordi,
EliminarMoltes gràcies per les teves paraules, es un luxe poder comptar cada mes de la teva valorada opinió.
Moltes gràcies, també, per compartir l'escrit al teu Facebook, m'ha fet molta il·lusió el detall...
Sí, el mon mineral es, encara, més infravalorat que qualsevol ser viu... sembla que de pedres sempre n'hi haurà d'haver i, per tant gastem i maltractem, sense control, tots els recursos minerals terrestres... per exemple: una vegada, obrint una trinxera d'una carretera, va aparèixer un espectacular i pedagògic aflorament geològic. Vaig lluitar perquè no es tapés, però el "senyor" responsable de medi ambient va dir que "alló" no era "natural i s'havia d'"esborrar" aquella ferida replantant herbetes a sobre... Com bé dius queda pendent una "Revelió a la cantera"! :-)
Una abraçada!
Hola Humbert!
ResponderEliminarEnhorabona una vegada més! Cada mes que encetem ens sorprens amb un nou article, amb una nova reflexió.
Ja saps que, pel que fa al menjar, jo no tinc cap problema: m'agrada tot!!! Això sí, amb moderació i equilibradament!
I, per acabar, et vaig a fer una proposta: quan creguis convenient, per què no fas un recull de tots els teus articles i publiques un llibre?
Moltes felicitats una vegada més, Humbert!
Ens veiem aviat!
Una forta abraçada a tu i Marga!
Àngel,
EliminarMoltes gràcies per deixar la teva opinió en els escrits d'aquest blog, em fa molt de goig comptar amb les teves paraules... i més, sabent lo de corcoll que vas aquests dies de final de carrera.
La teva proposta m'afalaga: gràcies per considerar els meus escrits com "publicables". Mai se sap... si apareix un editor...
Ens veiem aviat!
Una abraçada per a tu i Salo!
Hola Humbert, com cada mes ja tenim nou article i aquest a més amb una bona reflexió.
ResponderEliminarQuan volem menjar sa sempre ens decantem per una dieta formada per vegetals i una mica de carn blanca i peix, aquesta dieta és la mediterrània, la nostra dieta.
Maria la nostra filla fa dos anys que té un conill petit, des de llavors no menja conill i li agradava molt, després de llegir l'article l'entenc millor.
De totes maneres com t'he comentat aquesta tarde, nosaltres som més de carn que de verdures, encara que procurem menjar de tot una mica.
Salutacions i fins el proper
Maite i Dioni
Maite i Dioni,
EliminarMoltes gràcies per les molèsties de llegir-vos aquesta reflexió i donar la vostra opinió. M'ha fet molta il·lusió.
Em de poder separar la nostra sensibilitat i consciencia de la nostra necessitat d'alimentar-nos i instint de supervivència. Si ens paréssim a pensar no ens menjaríem res, perquè tot ens faria pena haver-ho matat...
Un exemple, al costat de la muntanya de mons pares hi ha una granja de pollastres. De petit m'hi deixaven entrar quan portaven els pollets. M'encantava acariciar-los i sentir el seu plomatge suau com el cotó... Aleshores, sent un xiquet de 5 anys era conscient que aquells animals eren criats per convertir-se en pollastres que posteriorment em menjaria a la plantxa, però es la mateixa situació que veure un bonic camp de blat i després no voler menjar pa... bé, això es el que volgut transmetre en aquest escrit.
En cualsevol cas, una cosa es un animal de companyia, com pot ser un conill, i una altra un animal de granja com pot ser, també, un conill: Els dos tenen una vida diferent i un destí diferent... però els dos mereixen viure amb bones condicions i tenir una mort digna. I, ara em pregunto, es que es més "feliç" un conill que viu a casa nostra com animal de companyia i al qual li hem privat de la seva llibertat?, no seria mes feliç lliure?
Com veus, es tot molt filosòfic...
Moltes gràcies de nou Maite, per la teva incondicionalitat i els teus apreciats comentaris.
Una forta abraçada i records a Dioni.
Un tema "peliagut", en el qual prefereixo guardar-me la meva opinió.
ResponderEliminarAixò si, felicitats per un article molt interessant, profund i entretingut al mateix temps!
M'ha encantat el tros en el que descrius la teva experiència al camp de blat, que ben descrit, m'has fet transportar-me allí i notar la frescor del blat i la brisa! M'ha encantat la sensació!
Una abraçada!
Fèlix
Fèlix,
EliminarMoltes gràcies per dedicar el teu temps llegit aquesta reflexió i escriure un comentari: m'ha fet molta il·lusió!
Si es un tema molt controvertit que he intentat escriure d'una forma correcta i respectuosa donant el meu punt de vista, però respectant i entenent d'altres.
Ja tinc ganes de tornar-te a veure i parlar de tot plegat, entre altres coses, de camps de blat i animalons... :-)
Una abraçada i fins aviat!
Hola Humbert. Acabo de llegir el teu escrit sobre el tema "Rebelión en el Huerto" que, com dius molt bé, hi ha un paral·lelisme amb el tema de George Uowell, "Rebelión en la Granja".
ResponderEliminarEn primer lloc dir-te que l'inici del treball l'he trobat molt poètic, amb una descripció del paisatge entre Segòvia i Àvila meravellosa. Em recorda aquells viatges de fi de curs que feia amb els alumnes de vuitè d'EGB del col·legi, per terres de Castella. Passes d'un color verd intens dels camps, a un color groc format pels rostolls després de la sega del blat.
Descrius un petit debat sobre les raons per ser o no vegetarià i la veritat és que opino exactament igual que tu, que la dieta Mediterrània és la millor, no només per al paladar, sinó per a la salut. Això, sí, com és lògic, una dieta equilibrada, saludable i amb els nutrients necessaris. Hi ha gent que són vegetarians, però no de manera estricta, però, què difícil veig ser vegetarià estricte on no poden contemplar-se ni carn, ni peix, ni els seus derivats en els àpats.
L'home té una alimentació heteròtrofa i, des del Neolític, s'ha dedicat a la ramaderia i a la pesca. Una raó més per ser partidària de menjar de tot.
Humbert, m'ha agradat molt el teu escrit i des d'un principi penso el mateix que tu. Estic ben convençuda que la nostra dieta és la millor. Només per raons estrictes de salut deixaria la dieta Mediterrània.
Moltes gràcies i fins el proper article.
Una abraçada i bon estiu.
Apreciada Maria Joana,
EliminarUna vegada més li voldria agrair les molèsties que s'ha pres llegint-se l'article i deixant tan ampli i sentit comentari, m'ha omplert de goig!
Celebro que les meves paraules descrivint els camps de blat li hagin portat bons records de quan era mestra i les hagi trobat boniques.
Els nostres pares, els nostres avis eren gent sabia que sabia menjar equilibradament i de forma moderada, es a ells qui devem la rica dieta mediterrània...
Una altra vegada voldria donar-li les gràcies i desitjar-li una bona entrada d'estiu.
Una forta abraçada!
Hola,
ResponderEliminarVaya!!!! Q entrada mas interesante, y con muchísima información.....me gustó....
Besos,
Lany
Lany,
EliminarDisculpa no haberte respondido antes... he tenido el ordenador estropeado... ¡ya vuelve a funcionar!
Muuuuchas gracias por leerte el post y más sabiendo lo ocupada que estás, me ha hecho mucha ilusión.
Me alegro que lo hayas encontrado interesante.
¡Besos también para ti!
Estimat Humbert, aquest cop has tocat un tema interessant i crec que ho has fet d'una forma molt racional, encertada i fàcil de llegir.
ResponderEliminarPenso com tu que el que importa és menjar de tot, sempre que no hi hagi contraindicació mèdica, pero sempre de forma moderada.
Penso que hi haurà bastanta gent que no pensarà d'aquesta manera. Tu ho respectes i no intentes convencer ningú. Millor, ja que podries entrar en una confrontació d'opinions amb raons que per a cada part són certeses irrefutables.
Crec també que aquestes son diquisicions de països rics. Al països del Tercer Mon hi ha molta gent que no es pot plantejar aquest problemes.
Et felicito perquè has tret un tema de molt interès objectiu i amb diverses opinions al respecte, encara que amb una molt acceptada: la dieta mediterrània.
Menys mal que no has seguit pel camí de pregutar-te si els animals (i segons alguns també les plantes) tenen sentiments. Acabaríem no podent menjar. No obstant els animals han de tenir unes bones condicions de vida.
Felicitats pel teu nou article i una forta abraçada.
Papa,
EliminarDéu ni do quin comentari més extens m'has regalat...
Realment es un tema complicat i molt controvertit. Tot i que comprenc i respecto la postura vegetariana, he volgut donar la meva opinió sobre el tema...
Feia temps que em rondava pel cap escriure'l i no ho he fet abans per que volia redactar-ho de forma entenedora i que no ferís la sensibilitat de la part contraria.
De fet la dona de un dels teus millors amics es vegetariana i un dels meus amics (com he dit al text) també ho es...
Gracies per donar la teva opinió.
Una forta abraçada!
Ja se que em retraso,però per fi et comento l'article sobre el vegetariamisme i les seves contradiccions.I es clar que les plantes son éssrs vius,i a mes depenem 'elles completament.elles son capaces de sintetitzar matèria orgànica a partir d'uns pocs nutrients minerals,aigua i el diòxid de carboni atmosfèric.Nosltres depenem per complet de les plantes i elles,en canvi,podrien viure tranquilament sense nosaltres.
ResponderEliminarRecordo quan vaig fer botànica ,allà pel 198 crec,no m'agrdava,però ara m'encanten le plantes,sobretot els arbres.
En fi,bon article un cop mes.
Ara m'acomiado tot esperant poder anar a Tortosa algun dia.Una abraçada.
Robert,
EliminarLa teva opinió, com bé saps, és molt valorada en aquest blog, de fet: et cito a tu i unes de les teves mítiques frases en aquest article.
Es ben cert, els animals depenem directa i indirectament de les plantes en canvi elles son independents i (sense animals) podrien viure igual.
Gracies per posar el teu gra de sorra en aquest escrit de conscienciació vegetal.
Una abraçada ben forta i fins aviat!
Esta discusión que comentas la he tenido multitud de veces. Posiblemente mi profesión - siempre he dicho que yo me como a mis pacientes – hace que sea un blanco propicio para ello. Lógicamente cada uno es libre de comer lo que quiera y si cree que no debe consumir productos de origen animal es perfectamente libre de no hacerlo, aunque es una opción que considero equivocada. Lo que no me gusta, y me fastidia sobremanera, es el hecho de que por no comer carne estas personas se sientan moralmente superiores al resto de mortales que sí consumimos estos alimentos. No voy a repetir los argumentos que tú ya citas, tanto antropológicos, nutricionales (no tenemos el estomago compartimentado como los rumiantes ni el ciego desarrollado como otros herbívoros), e incluso evolutivos, somos Homo sapiens porque empezamos a consumir carne lo que nos permitió desarrollar un sistema digestivo mucho más simple, comparado con otros homínidos, y en consecuencia aprovechar más energía para el desarrollo de nuestro cerebro. Sino hubiéramos empezado a consumir proteína ni grasa animal todavía seríamos alguna tipo de especie de Australopithecus.
ResponderEliminarLlevando la discusión con los vegetarianos hasta el extremo: ¿tienen o han tenido algún familiar con cáncer o alzheimer? ¿Rechazarían un tratamiento contra el cáncer por el hecho de que se haya experimentado con animales? Pero ésta ya sería otra discusión...
Ah! No te preocupes, la primavera que viene los cereales volverán a estar verdes.
Life feeds on life.
Felicidades por el blog.
Lo Ximo
www.amkosen.wordpress.com
Kosen,
EliminarTe agradezco de todo corazón que te hayas leído este escrito y hayas dejado tan constructivo comentario: ampliando mis lagunas con tu alto conocimiento del tema.
Y es que, para hablar de animales, que mejor que una persona que los ha estudiado y dedica su vida a ellos, que mejor que un experimentado veterinario.
Perfecta tu disertación sobre la evolución humana a partir de la ingestión de carne... sabía algo, de hecho, este punto lo había hablado con mi padre. Es curioso que los animales más inteligentes son carnívoros o omnívoros: perros, delfines, carnosauros (como el velocirraptor)... en cambio, los herbívoros, suelen ser más estúpidos: ovejas, vacas, saurópodos (como el brontosaurus)...
Si, desgraciadamente me toco de cerca ver como un buen amigo lo consumía el maldito cáncer... luchó por su vida, intentando todo lo que la medicina le pudo brindar (entre otros tratamientos medicamentos muy fuertes). ¡Que vergüenza ajena pensar que alguien pueda negarle a un amigo o familiar un medicamento por que antes se ha probado con ratones u otros animales!, ¿que prefieren, probarlo directamente con el enfermo a ver que pasa? o quizás prefieren que sufra una persona, mientras esto no provoque el daño de ningún animal?
Gracias de nuevo por tu aportación. Invito a todos los lectores de este blog que visiten el tuyo: www.amkosen.wordpress.com
¡¡Un cordial saludo Ximo!! ;-)