Como sabéis, uno de mis hobbies
es restaurar bicicletas. Por otra parte, ya desde pequeño, siempre tuve la
ilusión de tener un carrito de esos para ser arrastrados por un ciclo (como el que utilizaba Pancho en la serie televisiva española, de los años ochenta: Verano Azul). Pero soy consciente que estos
remolques son caros y, actualmente, para mí no tienen ninguna utilidad práctica... es decir: simplemente sería un mero capricho.
Pues bien, a principios de este
año, me regalaron un ruinoso y oxidado carrito para bici. En seguida comencé a
pensar como restaurarlo… hice cuentas y la restauración era inviable ya que,
debido a su pésimo estado, los gastos que generarían la mano de obra de
especialistas y los materiales usados, sumarían más que comprar otro nuevo… ¿Fin
de la historia? ¡No! Al saber mis intenciones, mucha gente de mi alrededor, se
volcaron para ayudarme. ¡Todos de forma desinteresada!, todos quisieron subirse
a este carro, para hacer juntos realidad mi anhelado y pertinaz sueño.
En primer lugar, quisiera dar
las gracias a la familia Rodríguez Portillo por regalarme el carrito
viejo y, con él, la ilusión de poder darle otra oportunidad a ese denostado
remolque. Quiero agradecerles, públicamente, su hospitalidad… porqué siempre me hacen sentir uno más de la familia
cuando voy a su finca del barranc de la Vall del Pastor.
Estado decrépito en que se
encontraba el carrito cuando se me entregó
Bueno, lo primero que hice fue desmontarlo:
saqué una cadena que venía colocada en la parte trasera del remolque (y que
substituía una barra de hierro travesera perdida antaño), desarmé la pesada y
podrida caja de madera y, por último, descarté las inaprovechables ruedas (con
la llanta totalmente descantillada y abierta). Ya, con sólo el chasis del
carrito, me fijé que los tubos: estaban muy oxidados, con abolladuras y con los
orificios de los extremos sin sellar… pero podría salvarlos, excepto la barra inferior
trasera, que estaba doblada y en muy mal estado (como se ve en la anterior foto).
Tocaba buscar 2 barras de
hierro (de igual diámetro que las del chasis) para substituir la doblada en mal
estado y la travesera perdida. Fue el pintor y escultor Toni Camarasa (www.tonicamarasa.net) quien me dio estos
dos tubos: encontrados entre el material de reciclaje que utiliza para la
creación de sus obras.
Escultura con hierros reciclados del artista Toni Camarasa
El siguiente paso era soldar las barras al chasis… Aquí entro en escena mi amigo Santi Diaz (gran conocedor y
amante del bricolage). Cordialmente, me invitó a su casa un sábado por la
mañana… después de desayunar una buena parrillada, se puso manos a la obra: primero
cortó con la radial el tubo viejo a substituir, luego cortó a medida las 2
barras a restituir y, por último, las soldó en el sitio correspondiente del
remolque.
Santi soldando las dos nuevas
barras traveseras al chasis del carrito
Hasta ese día, todavía no sabía
si ponerle al carrito una caja nueva o sólo una base (para así aligerarle peso).
Santi me solucionó esa duda: buscó por su almacén y encontró dos retales de plancha
de acero galvanizado. No tan sólo me los regaló que, encima, los cortó a medida
con la radial y los soldó fuertemente, como base para el remolque.
Planchas de acero galvanizado
soldadas (vista desde abajo del remolque)
Con el trabajo impagable del
bueno de Santi, mi carrito ya empezaba a tener forma... Ahora tocaba tapar las
aberturas de los extremos de los tubos y cubrir las pequeñas abolladuras de su
superficie. Para ello me asesoró otro artista: Jordi Pascual Morant (www.pascualmorant.com). Jordi,
especialista con trabajos con resina de poliéster, me regaló un frasco de masilla
fina de poliéster para coches y un tubo de pasta BPO (compuesta por peróxido de
dibenzoílo). Con estos 2 componentes, pude amasar la masilla para cubrir y
tapar todas las imperfecciones del chasis.
Masilla aplicada a las
pequeñas abolladuras y a los extremos abiertos de los tubos
Una vez terminado el
enmasillado, era momento para hacerle al carrito las perforaciones que
necesitaría para ponerle, posteriormente, algunos de sus accesorios…Con mi taladro
eléctrico y una broca para metal del número 5, hice cuatro agujeros para la colocación de los
2 catadióptricos triangulares traseros. Después, con una broca
para metal del número 13, realicé un orificio en la plancha para poder pasar el tornillo de un caballete plegable.
Agujero del 13 practicado en la plancha, para la colocación
de un caballete plegable
Llegó el momento para dejar el
chasis a punto para el pintado. En primer lugar, con una lima para hierro, alisé todos los salientes y rebabas de los tubos. Después, usando más el tacto que la vista, me enfrasqué sobre el óxido y los sobrantes de la masilla, con un papel de lija fino (de 150) .
Tubos lijados y salientes limados:
todo preparado para la imprimación
Para pintar el remolque me dejé
ayudar por una empresa puntera en el sector y referencia en todo el país en
aplicaciones industriales y decorativas: Aplindec, S.L. (www.aplindec.com). Su gerente, Emmanuel
Gordo, me asesoró como debía tratar la superficie, así como pintarla de forma
correcta en posterioridad. A parte de esta valiosa información, me dejó desinteresadamente
un pote de imprimación y otro de esmalte metálico.
Ya en mi taller, extendí en las
barras de hierro y sobre la plancha de acero galvanizado, una capa de la “Imprimación
multiuso para superficies de difícil adherencia”. Para hacerlo, utilicé un
pincel fino para los tubos y un rodillo pequeño para la plancha.
Imprimación aplicada a los
tubos y a la plancha de acero galvanizada
Tocaba pintar el remolquito... Para
ello utilicé el pote de “Esmalte metálico antioxidante (gris forja)” que también me cedió la empresa Aplindec. Otra vez
utilicé un pincel para pintar los tubos y un rodillo pequeño para la chapa. Le
apliqué 2 capas.
Aplicación del esmalte gris
forja al cuerpo del remolque
Acabadas las tareas de pintor,
me lancé con el montaje de los accesorios. Lo primero era encontrarle unas
ruedas nuevas… para ello, aproveché las de una vieja bicicleta de montaña infantil. ¡Eran perfectas! Su
tamaño (20x1,75), mucho mayor que el original, se ajustaba, perfectamente,
al hueco dejado por los tirantes del remolque. Su llanta de aluminio, le ofrecía
mayor ligereza al conjunto y las cubiertas, típicas de “mountain bike”, le daban una
imagen renovada y más moderna al carrito.
Para que las ruedas, al ser montadas, quedaran más estéticas y simétricas, le saqué el piñón (ya que para usar en un remolque, esa pieza queda inservible). Para este proceso me ayudó, desinteresadamente Iván, mecánico de bicicletas de Fàbregues.
En una bicicleta, el ancho de los ejes de la rueda delantera y trasera son diferentes: el eje trasero es más largo, precisamente, para poder llevar montado el piñón... en cambio, en un remolque, el espacio para la colocación de las ruedas suele tener la misma separación. En mi carrito, esta distancia coincide con la del eje mayor de mis ruedas. Así pues, para igualar la distancia más corta del eje de mi rueda delantera, respecto la trasera, le coloqué bien ajustadas, a cada lado de este eje corto, 2 tuercas para darle así el grosor necesario.
Los anteriores propietarios no debieron tener en cuenta estas diferencias y, al apretar las tuercas de la rueda del eje menor, doblaron y deformaron considerablemente el tirante derecho del remolque. Para enderezarlo (con sumo cuidado) utilicé el gato mecánico de mi coche, accionándolo lentamente hasta conseguir dejar perfectamente enderezado dicho tirante.
Para que las ruedas, al ser montadas, quedaran más estéticas y simétricas, le saqué el piñón (ya que para usar en un remolque, esa pieza queda inservible). Para este proceso me ayudó, desinteresadamente Iván, mecánico de bicicletas de Fàbregues.
Rueda trasera de la mountain bike infantil, con el piñón extraído
.En una bicicleta, el ancho de los ejes de la rueda delantera y trasera son diferentes: el eje trasero es más largo, precisamente, para poder llevar montado el piñón... en cambio, en un remolque, el espacio para la colocación de las ruedas suele tener la misma separación. En mi carrito, esta distancia coincide con la del eje mayor de mis ruedas. Así pues, para igualar la distancia más corta del eje de mi rueda delantera, respecto la trasera, le coloqué bien ajustadas, a cada lado de este eje corto, 2 tuercas para darle así el grosor necesario.
Los anteriores propietarios no debieron tener en cuenta estas diferencias y, al apretar las tuercas de la rueda del eje menor, doblaron y deformaron considerablemente el tirante derecho del remolque. Para enderezarlo (con sumo cuidado) utilicé el gato mecánico de mi coche, accionándolo lentamente hasta conseguir dejar perfectamente enderezado dicho tirante.
Enderezando el tirante
derecho del remolque (con el gato mecánico del coche)
A parte de las ruedas, como
podemos ver en la siguiente imagen, necesité algunos pocos accesorios más para el
montaje del carrito: los dispositivos ópticos, las piezas para el enganche y un
caballete plegable (del tipo pata de cabra) pensado para dejar nivelado el remolque, al desengancharle la bici:
Todos los accesorios
utilizados para el montaje del remolque
La mayoría de estos accesorios
los tenía en el “cajón de sastre” de mi taller: las 2 ruedas, los 2 catadióptricos
delanteros (blancos), una de las 2 luces traseras rojas (de tipo led), el
caballete plegable,
las correas de amarre y el enganche para la tija del sillín de la bici “tractora”.
Por cierto, mi enganche (con palometa), es un artilugio que encontré tirado en una cuneta, desconozco su función real, pero a mi me ha ido de maravilla, siendo una pieza estable, segura y de fácil ensamble.
Por cierto, mi enganche (con palometa), es un artilugio que encontré tirado en una cuneta, desconozco su función real, pero a mi me ha ido de maravilla, siendo una pieza estable, segura y de fácil ensamble.
Detalle del enganche situado en la tija del sillín de mi bici plegable
Pues bien, a continuación, podéis ver diferentes fotos del antes y después de la restauración (clickad para ampliarlas):
Hacer realidad este remolque
para bicis es hacer realidad aquel sueño de mi niñez...
¡Disfrutemos la vida!, disfrutemos de la gente que nos rodea, disfrutemos de este preciso instante… Dejemos siempre abierto nuestro pequeño carro, para que todos (bien apretados) podamos subir en él y compartir el camino tortuoso de la vida.
Impresionant, Humbert!
ResponderEliminartant la restauració com el text.
Si aixó que has fet amb el remolc tambè ho fas pels amics espatllats, tindràs un munt d'amics, com et mereixes.
Una satisfacció tenir-te com amic.
Una forta abraçada.
Jordi,
EliminarGràcies per les teves càlides paraules. Gràcies, com sempre, per comentar els meus escrits.
És per mi també una gran satisfacció haver-te conegut i poder apreciar la teva sincera amistat.
Una forta abraçada també per a tu Jordi!
Estic totalment d'acord amb Jordi, impressionant!!
ResponderEliminarAmb aquest article m'has fet pensar amb moltes coses, i m'has fet veure lo important que és una amistat i lo difícil que és conservar-la!
Es com el "remolquet", a simple vista no valia per a res, però una vegada restaurat, t'adones que era una "joia". Doncs penso que això ens ha passat alguna vegada en la vida, penses amb aquella persona,que és una simple "companyera", i ha resultat ser una molt bona amiga.
Et felicito pel text, que m'ha captat tota l'atenció, i sobretot pel remolc, sembla un altre!!
I ara a l'espera del pròxim article...FELICITATS!!
Marga,
EliminarTossuda amb no deixar-me pagar ni un cèntim per la restauració del remolquet i tossuda amb els teus fidels comentaris, cada mes, en aquesta àgora... :-)
Es cert, a vegades, aquella companya de feina es una bona amiga i no ens en adonem perquè allí la tenim cada dia... i, a vegades, aquell que tenim per un amic, s'ha distanciat tant que ja, gairebé, l'hem perdut. Les relacions socials canvien, em de viure el dia a dia.
Gracies per compartir el dia a dia amb mi.
Petons!
Kuan he vist k Marga ha publicat k ja habies fet un altre escrit, ja no he dubtan en posar-me a llegir-lo. Com sempre l'he trobat molt entretingut i divertit. Vaja faenada en lo carrito, pero vaja canvi que li has fet..t'ha quedat molt be,molt be...I referent a les amistats, jo personalment com tu dius,los amics se poden compta amb els dits d'una ma,i jo no es k en tingue molts mes, pero els k tinc,se que no me fallaran mai ni jo a n'ells... la resta companys i prou...i sempre se amb qui he de guardar distancies, perke avegades he volgut obrir-me masa i he tingut algun desengany. Has estat mol acertat i quanta rao tins. Be Humbert, m'agrada contestar-te.....me sento b d fer-ho....Anims i continua vale???
ResponderEliminarMaite,
EliminarMoltes gràcies de nou per la teva fidelitat cap aquest blog, de veritat que em fa molta il·lusió comptar amb la teva opinió.
Celebro que t'hagi agradat la restauració. És un caprici, però la feina de arreglar-lo em va molt bé per desconnectar...
Les amistats son el millor tresor que tenim: més que els diners!!!, l'exemple es aquest remolc: ho tenia molts euros per restaurar-lo o tenia bons amics per ajudar-me. Per sort, he tingut la segona opció.
Gracies de nou, per contestar-me. Aquest que és també el teu blog.
Petons!!!
Benvolgut Humbert:
ResponderEliminarM'ha agradat tot moltíssim. El remolc, amb totes les modificacions que has fet, em fa pensar en les transformacions que hem d'estar disposats a fer en la nostra pròpia persona, substituint totes aquelles coses que no ens ajuden a ser millors, per tot allò que ens fa superar en esforç, generositat, sacrifici, valors, etc.
Respecte el text, de veritat que l'he trobat molt bonic. En primer lloc les dues grans branques que assenyales dintre les relacions humanes: No coneguts i coneguts i dintre dels coneguts, els simples coneguts, els companys, els amics,... per acabar amb l'amor respecte la persona estimada que s'ha creuat en la teva vida, en aquest cas la Marga.
Després remarques la diferència entre "relacions humanes" i "relacions socials" i també estic completament d'acord. I així aniria fent una anàlisi exhaustiu de tot el tema, però no vull allargar-me més. Només per acabar dir-te: FELICITATS!, ànim i a seguir.
Una abraçada per a tu i la Marga.
Apreciada Maria Joana,
EliminarUn cop més li agraeixo que s'hagi llegit tot l'article i em doni la seva lletrada opinió.
Bona la seva apreciació sobre les modificacions que em de fer durant la nostra vida per aconseguir se millors persones.
Celebro que li hagi agradat el text, tant de l'escrit original de 1995, com de l'actual. Com pot veure, el tema de la restauració del remolc era una excusa per parlar del tema de les relacions socials.
Una abraçada i fins aviat!
Ai Humbert, cada dia ens emociones més amb els teus posts.
ResponderEliminarPer a mi, ja ho saps, l'amistat és un concepte que cap dins les dimensions de la palma de la mà. Amb això vull dir que la verdadera amistat, almenys en el meu cas, la puc endur allà on vagi ja que amb els dits d'una mà en tinc més que suficient per a encaixar-la. Aquesta afirmació no vol denotar falta d'estimació o de relacions afectives, el que vol reflectir és la importància que crec que se li ha de donar al terme que ens ocupa.
Ets una persona culta, intel.ligent i amb un alt grau de sensibilitat envers tot el que ens envolta. De tot això en donem fe article darrere article i a més ho podem ratificar els que et coneixem bé. A més, estic descobrint amb tu una perícia en fer autèntiques obres d'art sense gastar un duro, que escolta, podries obrir una acadèmia que la tindries sempre plena. Ja saps que ho dic de conya i que tot surt de les teves "relacions socials".
Una forta abraçada!
David,
EliminarPrimer que res, voldria donar-te les gracies per llegir-te el text i donar tan profunda opinió.
Estic d'acord amb el que dius: les veritables amistats no haurien d'ocupar unes dimensions majors que una mà... però també, curiosament, és un concepte "intangible": Un amic es com aquell oasis al camí de l'esgotat peregrí... existeix mentre hi ets... perquè, a vegades, és tan sols un miratge. Per això, la meva reflexió en aquest escrit es: el més important, és poder gaudir de les petites fonts que anirem trobant al desert, fontetes que sovint obviem volent trobar el paradís...
Bé, moltes gràcies de nou David!, ja tinc ganes que sigui agost per publicar el nostre article conjunt.
Una abraçada!
bueno a ver...si hablamos de relaciones entre personas ya son bastante complicadas como para ponerles una etiqueta a cada una de ellas según sintamos más o menos afecto o necesidad.Supongo que a lo largo de nuestra vida tendremos oportunidad de conocer a diferentes personas,y que(la mayoria) pasaran por nosotros sin más y otros siempre estaran ahi.Es como ese "carrito tan especial" muchos te ayudaron a reconstruirlo, pero a cuantos los meterias dentro??? el tiempo lo dice todo.
ResponderEliminarBien,me ha gustado mucho leerlo y creo que me aficionare a tus articulos.Supongo que ya me he enrollado suficiente...aaahh Santi dice que eres un campeón,o sea que le ha gustado lo que has escrito jajajjaaja!!!
Loli,
EliminarYo no podría haber sintetizado mejor este post, que como tu lo has dejado aquí escrito... Sí, es eso: la gente va y viene en nuestras vidas, algunas suben en nuestro "tren" tan sólo una parada y otras se quedan arriba hasta el final. Lo importante es disfrutar del viaje.
Un honor que el maestro Santi le guste la restauración, de la qual él tiene la mayor parte del mérito... Celebro que hos haya gustado el escrito. Os espero en futuros artículos. :-)
Loli... Santi: ¡Gracias por dejarnos subir a vuestro carro! ¡Gracias por querer subir al nuestro!
Bon dia,amic!Al 1995 no ens conixiem,jo estava fent un munt de burrucràcia per anviar-me d'univrsitat.N'estava fins els collons de la UB.L'escrit es pura taxonomia,com tu ja dius.Les relacions humanes son molt complexes,i les has descrit prou be,tot i ser del 1995.La swefona part,la del carretó,me l'he llegida a trossos perque no m'agrada el bricolatge i el trobo,tot i que està ben escrit,menys interessant que l'escrit sobre els amics i demes parentela.
ResponderEliminarPer cert,et tinc dins la màxima categoria:estimat.No es que estigui enamorat de tu donat que no soc homsexual,però mai m'has deixat d'audar quan ho necessitva i això s'agraeix.Si jo tambè t'he ajudat em sento content d'aher-ho fet.
Bè,res mes per avui,a esperar el següent article.Quin tema tractaràs?
Fins aviat,amci!
Robert,
EliminarEstimat, estimat... és una exageració, però si que som molt bons amics!
Sabia que et divertiria el mot "taxonomia" que emprat al text, tot i això, penso que era una forma aclaridora presentar així aquest tipus de relacions.
El proper article... sorpresa!, aviat surtirà a la llum. :-)
Una forta abraçada!
Benvolgut Humbert, m'ha agradat molt el teu escrit i com has sabut combinar el tema de l'amistad amb la reconstucció d'un vehicle.
ResponderEliminarCom tu saps sempre he donat molta importància a l'amistat, tanta que, amics de veritat en tinc molt pocs. Això no te res a veure amb la bonhomia envers tothom i el intentar veure les coses i les actuacions de les persones baix un punt de vista positiu.
M'ha agradat molt la minuciositat de la teva explicació de la reconstrucció del carret i com has anat introduint les diferents persones (amics)que t'han ajudat.
Felicitats un altre cop i una forta abraçada.
Humberto
Papa,
EliminarEn primer lloc, moltes gràcies per llegir-te, un cop més, el meu escrit i deixar-hi un comentari.
Realment, ets la persona més sociable i empàtica que he conegut, ets per a mi un reflex del que haurien de ser les relacions socials.
El teu caràcter afable i la teva feina han aconseguit que tinguis una gran xarxa d'amistats. Però el que realment he après amb tu és el veritable terme "amic". La relació amb els teus amics es profunda, pura i, sobretot recíproca... un exemple seria l'Arcadi Oliveres... un altre, la nostra relació: molt per damunt de la de pare-i-fill.
Una forta abraçada!
Ozú, mancantao la restaurazion e un ejemplo ma de como se tié que hacé la coza, un abrazo y a seguí palante.
ResponderEliminarApreciado lector/a,
EliminarMuchas gracias por leerte el artículo y dejar un comentario al blog.
Ya ves: con ganas, imaginación y... buenos amigos se consigue enderezar cualquier entuerto. :-)
¡¡Un cordial saludo!!
Moltes felicitats per tot, principalment per tenir uns amics que molts voldríem. Al llarg de la vida i quan ja ets una mica més gran, tens algunes decepcions de certs amics i satisfaccions d'altres que no comptaves, però crec que això ens fa forts i ens demostra que sempre has de sembrar per recollir, encara que no sàpigues el què, ni de qui recolliràs si tens una necessitat.
ResponderEliminarPel que fa al teu carretó, he de dir que la restauració, el bricolatge etc. és una opció que pot donar-te al llarg de la vida moltes satisfaccions, entreteniment i estalvi econòmic. A casa som grans aficionats al bricolatge des de sempre i no saps el que ens ha ajudat en tots sentits. No ho deixis mai, ja que el carreto t'ha quedat una meravella.
Salutacions.
Beni,
EliminarPrimer que res, agrair-te, un cop més, que t'hagis llegit l'article i ens hagis donat la teva opinió. M'ha fet molta il·lusió!
Sí, és ben bé així, a vegades, qui menys t'ho esperes, apareix per estar al teu costat... per això és important no catalogar mai a les persones ni esperar res de elles, el que sigui vindrà.
M'agrada el bricolatge: aquí m'aparto totalment de la meva família, que crec que no hi ha ningú que li agradin les manualitats.
Moltes gràcies per les paraules d'elogi cap a la restauració!
Una abraçada!
Buen trabajo de restauración,pero sobre todo el diseño me encantó por sencillo y al parecer ligero.Saludos desde México.
ResponderEliminarInv.gabo,
EliminarAnte todo muchas gracias por leerte el artículo y dejar tu opinión.
La verdad es que si que quedó ligero (la caja de madera y las llantas antiguas pesaban mucho).
Casi no lo utilizo: lo guardo como exposición y en concentraciones ciclistas festivas...
¡¡¡Un saludo a esa bella tierra mejicana!!!
he llegit este articlee perque el titol m'ha obert la curiositat jajajaj es un titol molt original!
ResponderEliminarMarina,
EliminarMoltes gràcies per llegir-te l'article i haver deixat un comentari. M'ha fet mooolta il·lusió! :-P
Ah!, espero que t'hagi obert la curiositat tant com ho ha fet el títol.
Una salutació!